¿El frío arruina tus Manos? Aquí tienes 6 Remedios Naturales para cuidarlas

Sin duda estas épocas en las que comienza a invadirnos el frío pueden significar un enorme retos para la salud de nuestras manos. El viento, el frío, los guantes, desgastando su piel volviéndola seca y agrietada.

Y Entonces, ¿qué hacer para tener unas manos suaves y saludables, incluso en esta temporada tan fría? He aquí algunos remedios naturales que pueden ayudarte a alcanzar este objetivo.


En primer lugar hay tomar pequeñas precauciones para minimizar la aparición de grietas y enrojecimiento en la piel de nuestras manos. Así que recuerda que debes mantener siempre la piel bien hidratada, beber mucha agua y consumir alimentos con alto contenido de agua y fibra. Evita los cambios bruscos de temperatura, teniendo cuidado de permanecer lejos del calor directo e intenso. No utilices agua demasiado caliente y emplea remedios de forma recurrente para suavizar y calmar la piel de tus manos. Otra cosa importante: evita cuidadosamente los limpiadores agresivos. Prefieren, en cambio, algo natural y delicada.

6 Remedios Naturales para aliviar las manos secas y agrietadas

1.- Sumérgelas en manzanilla

Prepara una infusión de manzanilla con abundante agua. Dejar enfriar y sumerge tus manos, dejándolas reposar durante unos 5-10 minutos. Masaje ligeramente y después sécalas suavemente. La manzanilla tiene un poder calmante para apaciguar el dolor del agrietamiento, dejando la piel suave al tacto. Para asegurar que el remedio es aún más eficaz, después de sacar las manos de la infusión, aplica en ellas las mismas bolsas que utilizaste.

2.- Apio y laurel

Para suavizar la piel de las manos el uso de un poco de apio y laurel puede ser buena idea. Pon agua en una cacerola y agrégale los dos ingredientes. Calienta hasta la ebullición y consérvala así durante 5 minutos. Apaga el fuego y deja enfriar. Introduce las manos en la preparación y déjalas ahí por un cuarto de hora. Seca a continuación con una toalla suave.

3.-Aceites y extractos

Los aceites son un elemento perfecto para la hidratación y suavidad de las manos. Podemos elegir entre varios tipos como el aceite de almendras o el de jojoba, o algo aún más simple y eficaz como el aceite de oliva. Elige tu producto preferido (también de acuerdo con sus propiedades) y distribuye una fina capa sobre toda la superficie de la mano. Deje que se absorba para que tenga efecto. A continuación, enjuaga la zona para eliminar los residuos. Después seca con una toalla sin frotar.

4.- Consiente a tus manos con aguacate

Ya hemos visto cómo el aguacate puede ser utilizado de forma cosmética como una crema hidratante o exfoliante. Gracias a sus numerosas propiedades, podemos utilizarlo para crear una mezcla para aplicar sobre la piel de nuestras manos arruinadas por el frío. Esto es lo que necesitas: un poco de aguacate picado, una taza de manteca de karité y una cucharadita de aceite de oliva. Mezcla bien los ingredientes y cubre por completo las manos, dejando actuar al producto durante 15 minutos. Enjuaga bien. Puedes reemplazar la mantequilla de karité por la yema de un huevo y añadiendo unas gotas de limón.

5.- Crema hidratante de plátano

Esta es una receta, hecha de ingredientes naturales para crear una crema hidratante para las manos. Necesitas: 1 banana, la mitad de un limón y 2 cucharadas de aceite de oliva. Machaca bien la fruta con un tenedor. Añade el zumo del medio limón y el aceite. Mezcla bien y aplica en tus manos dejándolas reposar durante 5 minutos. Enjuaga bien al terminar.

6.- Crema Extra Humectante Natural

Hasta ahora hemos hablado de infusiones, mascarillas y aceites. Pero ahora conocerás una receta para preparar una crema extra hidratante para aplicar de manera recurrente en la piel de tus manos. Esto ayudará a mantenerlas hidratados todos los días, evitando los efectos del frío y el viento.

• Aquí están los ingredientes:
• 3 cucharadas de aceite de oliva;
• 20 gramos de cera de abejas;
• 5 gotas de aceite esencial de jazmín;
• 20 gramos de agua de rosas.

Funde la cera de abejas en un baño maría y, una vez que se convierta en líquido, añade el aceite de oliva. Mezcla bien y retira la preparación del calor. Deja enfriar, recordando seguir moviendo la mezcla. Añade agua destilada, mientras continúas mezclando, y finalmente vierte los aceites esenciales compuestos. Almacena la crema en un frasco de vidrio para que puedas usarla cuando la necesites.

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